jueves, 19 de noviembre de 2009

LOS TIPOS DE SANGRE Y LAS DIETAS





Cada Grupo Sanguíneo (O, A, B o AB) tiene un diseño bioquímico y metabólico único, que define con qué alimentos y sustancias es más compatible y con cuáles no.

Cuando comes los alimentos compatibles con tu Tipo de Sangre, aumenta notablemente tu energía, te desinflamas tanto de tus intestinos como del resto del cuerpo, adelgazas, te liberas fácilmente de tus toxinas y alcanzas en forma natural tu peso ideal.

Tu Tipo de Sangre determina también varios aspectos de tu personalidad y define que te ayuda o que te sabotea cuando haces ejercicio. Cuando combinamos una alimentación de acuerdo al Tipo de Sangre junto con suplementos nutricionales específicos en forma individualizada, logramos optimizar la salud de las mujeres y reducimos los riesgos de enfermedades, al tiempo que desaceleramos la tasa de envejecimiento.

LOS GRUPOS SANGUÍNEOS

GRUPO O, los cazadores:
El 47.7% de la población mundial pertenece este grupo sanguíneo; es el más abundante porque es el más antiguo. Se sabe que esta sangre estaba presente desde la aparición de nuestra especie humana (hace unos 65,000 años).

Las personas con este tipo sangre están “diseñadas” para las condiciones ambientales y de alimentación prehistóricas, pre-agrícolas y pre-ganaderas; las personas del grupo O son las más fuertes físicamente hablando, ya que surgen de un medio de gran actividad física para ir a recolectar vegetales que todavía no sabían cultivar en ese entonces y para cazar diferentes animales. Están diseñadas para poder digerir alimentos naturales, crudos, sin procesar.

Deben consumir vegetales frescos muy variados: frutas, verduras, hojas, tallos, semillas, cortezas, tubérculos, y deben evitar los cereales y los lácteos que son los alimentos que mas engordan y deterioran al grupo O.
Su alta resistencia se debe a:

1. Su fuerte acidez estomacal les permite absorber y aprovechar mejor las sustancias nutritivas, para formar y reparar tejidos corporales y producir un mejor nivel de energía.

2. Tienen un fuerte sistema inmunológico que los limpia de células y sustancias dañinas, y los defiende contra microbios y parásitos. Es el grupo que tiene mayor promedio de vida: 86.7 años.

GRUPO A, los GREGARIOS:
Se encuentra en el 36.1% de la población mundial. Es el segundo grupo en aparecer en la raza humana (se estima que tiene unos 25,000 años de antigüedad).

Las personas de este grupo cultivaban sus alimentos, los cuales eran básicamente vegetales, y consumían primordialmente pescados que habitaban en los ríos y aguas con que regaban los cultivos. Esto significó que dejaran de cazar animales grandes de carne roja (como res, cerdo, borrego, cabra). De igual manera, su actividad física se redujo. Además, al crecer estos grupos sedentarios en un espacio limitado, se desarrollaron habilidades diplomáticas de observación de normas, de trabajo en grupo y de orden, aspectos que caracterizan a este tipo de sangre.

Este grupo tampoco está diseñado para el consumo de lácteos, su alimentación debe ser predominantemente vegetariana, salpicada con carnes blancas (pescados, aves y pequeños animales como insectos). Este grupo tiene una sangre particularmente viscosa y poco ácida, por lo que debe evitar los lácteos y las carnes rojas que le afectan negativamente en grado considerable.
La sangre A tiene un promedio de vida de tan sólo 61.6 años, lo cual puede obedecer en la actualidad a la comercialización tan extendida del consumo de carnes rojas, de grasas saturadas y de productos lácteos, todos ellos negativos para este grupo, al tiempo que se ha reducido de manera alarmante el consumo de vegetales y frutas frescas y crudas, indispensables para los A.

GRUPO B, los nòmadas:
Este grupo comprende al 12% de la población mundial. Se considera que esta sangre apareció como resultado del descubrimiento de la ganadería por grupos seminómadas (hace unos 10,000 años).

La sangre B combina muchas de las características fuertes y resistentes de los O con las características gregarias e intelectuales de los A. También son la sangre que puede consumir la mayor variedad de alimentos, siempre que sean naturales, frescos o crudos. Al igual que el grupo O, la sangre B no está adaptada para el consumo de cereales, por lo que debe consumir poca cantidad de ellos. Pero a diferencia de los O, sí desarrolló modificaciones metabólicas para aprovechar óptimamente los lácteos.
Esta sangre combina fortaleza física y mental, es por eso que son muy aptos para el comercio, el análisis y la audacia, y por lo que siendo un pequeño porcentaje de la población mundial forma una gran proporción de comerciantes y millonarios exitosos. La fortaleza física heredada de la sangre O hace que este grupo sea el segundo grupo más duradero; el promedio de vida para estos individuos es de 78.2 años.

GRUPO AB, los enigmáticos:
Este es el último grupo en aparecer en el panorama sanguíneo hasta la fecha; se ha estimado que tan solo tiene unos 2,000 años de antigüedad, y surge como una adaptación ante la mezcla de diferentes grupos sanguíneos, resultante del incremento poblacional y del contacto entre diferentes grupos étnicos. Este grupo tiene las fortalezas y las debilidades tanto de la sangre A como de la B, y está presente en el 4.2% de la población mundial.

La sangre AB, por contener a la A, es la segunda menos duradera; en promedio su expectativa de vida de 69.5 años.

Debido a los antecedentes evolutivos de cada grupo, las proteínas de su sangre los hacen compatibles con determinados alimentos o incompatibles con otros.

Numerosos estudios científicos han definido aquellos alimentos adecuados a su química interna y otros que no lo son.

Los alimentos compatibles tienden a mejorar la digestión, evitan la inflamación abdominal, nutren de manera mas eficiente, engordan menos, hacen que la persona sea menos propensa a enfermedades y generan mucha mas energía que los menos compatibles.

Estos alimentos incompatibles con su sangre desordenan la digestión, aglutinan su sangre, producen mas residuos tóxicos y enfermedades, aceleran la acumulación de grasa corporal y merman su nivel de energía.
En la actualidad se sabe que algunas enfermedades modifican el metabolismo de tal forma que la dieta debe tener también algunas modificaciones independientemente del grupo sanguíneo, como en el caso de la enfermedad renal, el cáncer, las alergias y el hipotiroidismo, entre otras.